Escultura textil de línea espiral, un diseño ganador.
El día sábado 5 de diciembre de 2015, y como cada año, coincidiendo con el inicio de la feria de artesanía aragonesa, se celebró el concurso de artesanía de Aragón, y en el que siendo la primera vez que me presentaba, he conseguido ganar el primer premio.
En principio, esta obra no tenía nombre ni descripción, pero entre todos lo hemos denominado como “Escultura textil” ya que es una pieza escultórica, que no ha sido diseñada para ser llevada, sino para ser contemplada y que la persona que la vea, disfrute de su contemplación casi tanto como yo lo hice en el proceso de creación.
El diseño de este modelo es muy original y de fantasía total, lo que ha conllevado, un complejo proceso de patronaje y un todavía más complejo proceso de confección, a base de mucha técnica y muchas pruebas.
Con este trabajo, he querido mostrar mi maestría como diseñadora, artesana y patronista y creo que lo he conseguido.
El modelo está confeccionado en tejido de lino puro, en colores blanco roto y negro.
Hasta llegar a la pieza final, se hicieron varias pruebas, la primera en papel y a escala 1.300, después ya se hizo a escala real, también en papel. Esta prueba en papel es la que ya sirvió de patrón, aunque todavía se hizo una prueba más, en tejido de algodón.
Para darle rigidez a a la falda, se reforzaron todas sus piezas con entretela y se le puso en todos los bordes de la falda, una varilla o ballena.
Todo el vestido es doble, todas las piezas que son blancas por el exterior, van forradas de negro por el interior, lo que ha hecho mucho más difícil el proceso de confección, ya que el efecto de transparencia del tejido negro al blanco no es nada estético.
El conjunto se compone de tres piezas que forman un total de cinco faldas:
El cuerpo y la falda de nivel superior
La segunda y la tercera falda
La cuarta y la quinta falda
Para confeccionar este vestido, se utilizaron aproximadamente 10 metros de tejido blanco y negro y 5 metros de entretela.
También se utilizaron 15 metros de varilla.
El vestido lo puede llevar una persona delgada, de aproximadamente la talla 36, y aunque se puede caminar perfectamente no es muy cómodo para sentarse.
Si es, realmente bello y favorecedor.
El modelo tiene muchas similitudes con el que diseñé para la muñeca Barbie en el año 2012 y con el que gané el primer premio del concurso de vestidos de papel en Mollerussa, (Lérida), en aquella ocasión el vestido lo confeccioné en papel crespón y con las partes visibles en negro, digamos que el de este año y aquel, son “negativo y positivo”.
UN DISEÑO GANADOR
Gracias a la asociación de artesanos de Aragón por este premio, me hace muy feliz.